Saltar al contenido

Kathmandu

Nepal - Lugar

Kathmandu es una ciudad un poco caótica, pero llena de vida. Se encuentra situada en una cubeta rodeada de montañas a unos 1400m de altitud, donde la tradición dice que había un antiguo lago. Los dos barrios más interesantes son Thamel y Bouddha.

Es la capital del país y la ciudad más grande. Tiene grandes avenidas siempre llenas de tráfico, contaminación y polvo, y una red complicada de calles y callejones. Fuera del «Ring Road», que es el cinturón que rodea Kathmandu y Patan, la ciudad continúa de forma irregular, con barrios residenciales mezclados con huertos y campos de cultivo que aún aguantan el embate de la ciudad.

  

Thamel es el punto de encuentro de toda la actividad turística y donde todo el mundo tarde o temprano va a parar. Está lleno de restaurantes, alojamientos, cafés, oficinas de cambio de moneda y tiendas de todo tipo, muchas de ellas de material de trekking a buen precio y con una calidad más que razonable. Es un barrio pequeño, para hacer a pie distraídamente y explorar su infinidad de rincones interesantes que encontraréis a cada paso.

Pero Thamel, siendo interesante (y necesario), no deja de ser una mezcolanza turístico-local. Para explorar el Kathmandu que no vive del turismo lo tenéis muy fácil. A medida que te vas dirigiendo hacia el sur, los turistas empiezan a escasear y todo va ganando sabor local. Pasad por las interesantísimas Jagatsundar Marg (Thahity Jyatha Marg), Siddhidas Marg o Maiti Devi Marg (Chandraman Maskey Marg), que forman un triángulo, podéis bajar por unas y subir por otra o al revés. Una vez en Indra Chok se abre la animada zona comercial de New Road (avenida Sukra Path), con tiendas de todo tipo, pero también con muchísimas joyerías y pequeñísimos callejones que pueden conducir a sitios «curiosos».  Al final de la avenida, New Road gira al este, la Plaza Durbar de Kathmandu os queda al oeste y la torre Dharahara (a la que se puede subir), con los interesantes Civil Mall y Kathmandu Mall, al sudeste.

Si tomáis dirección sur hacia el río Baghmati, desgraciadamente sucio y contaminado, a unos 30 minutos andando desde New Road ya haciendo frontera con Patan, tenéis otros lugares para descubrir dónde pocos turistas se acercan. Están arreglando un paseo junto al río bastante concurrido por los locales. En el extremo oriental se encuentra el interesante conjunto de los templos de Ram, Kalmochan Mahadev y Tripureshwor Mahadev Mandir. Yendo hacia el oeste, encontraréis el acogedor conjunto del Teku Temple y Three Deval Mahadev.

  

Bouddha es el barrio que acoge la gran estupa del mismo nombre, así como el grueso de la comunidad tibetana en la ciudad. Sus callejones están siempre llenos de gente arriba y abajo, tiendas diversas, templos y monasterios budistas que se pueden visitar libremente. Tiene una buena oferta de restaurantes, especialmente en la plaza que rodea la estupa de Bouddhanath, cafés y tiendas, aunque no tan amplia como Thamel. Está muy cerca del aeropuerto.

  

Bouddhanath o simplemente Bouddha, como también se conoce y que da nombre al barrio, es la gran estupa iconográfica de la ciudad que habréis visto en muchas fotografías. Está situada dentro de una gran plaza llena de vida, con devotos rezando o charlando, turistas, perros, palomas… Como todas las estupas, los devotos la circunvalan en el sentido de las agujas del reloj. Pero no hay que ser necesariamente budista para hacerlo, y impulsar los 108 molinos de oración que la rodean, o parte de ellos, puede ser un buen entretenimiento mientras se expanden buenos deseos por el universo. Hay un acceso por el que se puede acceder a los primeros niveles de la estupa.

Toda la plaza de Bouddhanath está llena de restaurantes y cafés, la mayoría de los cuales cuentan con terrazas en los pisos superiores con buenas vistas sobre la plaza y la estupa. Es interesante entrar en el templo de Guru Lhakhang y acceder a su azotea para contemplar la panorámica. Bouddhanath tiene una atmósfera especial durante la noche.

La entrada de Bouddhanath tiene una validez de una semana desde su fecha de venta.

  

De Bouddha a Pashupatinath, o viceversa, se puede ir caminando en un paseo de unos 40 minutos por callejuelas donde no encontraréis demasiados turistas. Hay diferentes itinerarios posibles, pero es interesante pasar por el templo de Om Aadi Kunja, con forma de vaca la mitad anterior y de toro la posterior. En Pashupatinath salid o entrad, según vuestra dirección de ruta, por la puerta norte donde se encuentra el templo de Guhyeshwari Shaktipeeth.

  

Pashupatinath es el conjunto templario hindú más sagrado de Nepal dedicado mayoritariamente a Shiva. En su templo principal no está permitida la entrada a los no hindúes, que sólo pueden atisbar las posaderas de Nandi, el toro de Shiva, a través de la magnífica puerta occidental. Siendo el templo más sagrado, es el lugar preferido para celebrar los ritos funerarios en sus «ghats», los crematorios de los difuntos, situados sobre el sagrado y contaminado río Baghmati. Hay que tener presente que es un espacio sagrado, donde se están celebrando funerales, por lo que hay que ser discretos y respetuosos, manteniendo las distancias y cuidando qué fotos tomamos. Los momentos que concentran mayor actividad religiosa son pronto por la mañana o justo a final de la tarde. En el sector oriental del río se extiende una colina repleta de templetes de todo tipo, donde se sitúan gurús, sadus y astrólogos (con sus portátiles), junto con monos y vacas. En el lado norte se encuentra un acceso que da al río.

  

Swayambhunath es un conjunto de templos hindúes y budistas y tiene como centro la segunda gran estupa de la ciudad, aunque es bastante más que su estupa. Encaramado en una colina, ofrece amplias vistas sobre la ciudad, y naturalmente tiene muchas escaleras, algunas bastante empinadas. Como es habitual en los templos, todo el recinto está lleno de pequeños puestos y mercadillos donde se vende de todo. También es conocido como el templo de los monos, por razones obvias. Los monos no son agresivos, pero ya sabéis, mejor no les prestéis atención directa y no tengáis a su alcance algo que pueda parecer apetitoso.

Aparte de la gran y preciosa estupa, destacan dos grandes templos Shikara que la flanquean, mientras que en su lado occidental se encuentra el templo de Harati, o Ajima, protectora de los niños. Entre otros edificios encontramos decenas y decenas de pequeñas estupas de estilos diversos que casi llenan el espacio por completo.

Aunque hay varios accesos, su entrada principal se encuentra en el lado este, en Bhagawan Pau. Pasando por pequeñas estupas, templetes y figuras de Buda, las escaleras van ganando inclinación para llegar a un tramo final ya bastante pendiente que da directamente a la estupa. Por el lado occidental, en Ring Road, empieza el Amideva Buddha Park donde hay tres figuras de Buda gigantes (este recinto no está directamente conectado con el parque, hay que salir y acceder por la derecha). Así que en una visita a Swayambhunath se puede entrar por un lado y salir por el otro. En su recinto hay algún establecimiento para comer. El muro que rodea todo el perímetro cuenta con gran cantidad de estupas, miles de molinillos de oración y alguna gran figura de Buda. Si tenéis tiempo y ganas podéis animaros a hacer la «kora» resiguiendo todo el camino que lo circunvala, mejor en el sentido de las agujas del reloj.

Se puede ir a pie desde Thamel en un paseo de unos 45 minutos por un Kathmandu nada turístico y cruzando el río.

  

La Plaza Durbar de Kathmandu no es sólo una plaza, es un pequeño barrio al sur de Thamel. Aglutina lo que eran los palacios y recintos administrativos del reino, mezclados con casas de vecinos, oficinas, tiendas y restaurantes. Al ser como un pequeño barrio tiene diferentes accesos donde están las ventanillas para coger las entradas. Contiene palacios y templos diversos, principalmente de la época Malla, entre los que destaca el Hanuman Dhoka o la negra figura de Kal Bhairav. Como curiosidad, en uno de los palacios vive la Kumari Devi. La Kumari es una diosa viva encarnada en una niña desde los cuatro años hasta que entra en la pubertad. Aunque hay otras Kumaris en el valle de Nepal, la de la Plaza Durbar de Kathmandu es la más importante ya que antiguamente los reyes recibían su bendición y actualmente lo hace el presidente de la república. Sólo aparecen en público unas seis veces al año o las pocas veces que se asoman algo aburridas por alguna ventana.

 

Un lugar tranquilo y curioso es el Garden of Dreams, un pequeño jardín de estilo neoclásico (se paga entrada) cerca del límite de Thamel por Tridevi Marg. Un lugar ideal para escapar por un m omento del bullicio de la ciudad, tumbarse en el césped o tomar algo en alguno de sus dos restaurantes.

  

El Monasterio de Kopan destaca entre todos los monasterios budistas de la ciudad por ser el mayor, con la comunidad más amplia, por la cantidad de estudiantes internacionales que acuden y, sobre todo, por su situación sobre una colina dominando la ciudad. Perteneciente a la tradición Gelugpa del budismo Mahayana, su historia comienza en 1969 cuando el Lama Yeshe compró los terrenos donde estaba la casa del astrólogo del rey de Nepal. Desde entonces, ha ido creciendo hasta el día de hoy. No siempre está abierto, pero es una interesante visita que nos muestra la estructura de un monasterio de estilo tibetano, donde podemos pasear por sus jardines y su templo principal, siempre con el respeto hacia su comunidad.

 

Budhanilkantha es un templo al aire libre situado en el pueblo del mismo nombre a unos 10 kilómetros al norte de la capital. Acuden a él devotos hindúes y budistas para recibir la bendición de Vishnu, cuya estatua en posición durmiente es de gran belleza i serenidad. La figura del Vishnu durmiente, Jalakshayan Narayan, descansa sobre la serpiente cósmica Shesha, cuyas múltiples cabezas acunan al dios.

Esta imponente figura yacente está labrada en un solo bloque de roca de basalto de más de 5 metros de largo, siendo la más grande de Nepal. Descansa en medio de un estanque (pokhari) y la tradición dice que flota en él, sin ningún soporte, y que su agua proviene directamente de los lagos sagrados de Gosainkund, teniendo, naturalmente, poderes curativos.

En su espacio, un grupo de niños y jóvenes de diferentes edades estudian para llegar a ser gurus en el futuro, mientras se encargan de las labores propias del templo, como limpiar y cuidar de la estatua, y salpicar con agua sagrada a los fieles que se acercan a los pies de Vishnu, cuyo acceso está abierto solo a hindúes y budistas.